El verano llega a su fin. En un nuevo intento de retomar
este mi humilde blog después de tanto tiempo abandonado, trato de buscar el post adecuado para hacerlo.
Haciendo balance de lo más bonito que ha acontecido en mi vida durante los
últimos meses, y sin olvidar ese año tan maravilloso como es 1988, solo se me
ocurre una palabra : ABYSS.
No dejo de sorprenderme de los inesperados
giros que da la vida y de cómo encaja todo en este puzzle emocional que me sostiene
y envuelve.
Adiós, verano de 2016. Nunca te olvidaré. A ti, ABYSS, te veré pronto, aunque
igualmente te estoy agradecida por todos esos momentos maravillosos que me has
proporcionado. Mientras tanto,
quedémonos con una de las imágenes a la que muy orgullosamente debes tu nombre. Aunque, con tu permiso, ésta se la dedico a tu patrón…